R A M A   A M A R I L L A   V I I I



                     FAMILIARIZANDONOS CON LAS MAGNITUDES



I.      Una señora comenta, (en la cola para entrar al baño del Casino de Mar

del Plata, tan apretujada que no podía darse vuelta):

- ­Qué bárbaro! Recién escuché por los altavoces que hoy se batió el record

de concurrencia: ­18 millones de personas!



II.     Una vez, el matemático G.H. Hardy visitó en el hospital al matemático

hindú Ramanujan. Sólo por darle conversación, señaló que 1729, el número del

taxi que había tomado, era bastante soso, a lo que Ramanujan replicó inmedia-

tamente:

        - ­No, Hardy! ­No! Se trata de un número muy interesante. Es el menor

que se puede expresar como suma de dos cubos de maneras distintas.

(Citado por J.A. Paulus en "El hombre anumérico").

        La familiaridad con que la gente se desenvuelve con los números va de

la señora del casino (¿podía caber en el casino más de la mitad de la pobla-

ción del país? Por supuesto, habían dicho 18000) a la de Ramanujan, pero la

triste realidad es que la mayoría está más cerca de la de la jugadora de rule-

ta. Por ese motivo, el público no reacciona debidamente ante noticias graves y

lo hace con exagerada importancia ante hechos conmovedores pero de poca inci-

dencia.

        En lo que sigue, es más efectivo que respondan primero "a ojo" para

comparar después el resultado.



III. Ejercicio interesante: proponer a los alumnos que calculen a qué veloci-

dad crece el cabello humano en kilómetros por hora (­Oh!)



IV. Otro:reflexionar sobre la opinión de un médico, que, en un lapso de 20 mi-

nutos afirmó que cierto tratamiento:

        a) presentaba un riesgo de 1 en un millón

        b) era seguro al 99%

        c) normalmente salía a la perfección.



        Estos ejemplos pueden servir para fundamentar la conveniencia de usar

la notación científica.

                                10

        La expresión 7,3984 x 10   es más legible y más fácilmente comprensi-

ble que setenta y tres mil novecientos ochenta y cuatro millones doscientos

mil.



V. El envoltorio del cubo Rubik (juguete con 6 colores) dice que las configu-

raciones posibles son más de tres mil millones. Como en realidad son más de

      19

4 x 10  , la afirmación es cierta, pero es una subestimación. Sería como si se

anunciara que la ciudad de Buenos Aires tiene más de 6 habitantes, o que una

famosa fábrica se ufanara de vender más de 100 hamburguesas. Lo cual es bas-

tante ridículo.



VI. Otros cálculos para proponer:

        - un millón de segundos, ¿cuántos días son?

        - ¿y mil millones de segundos?



VII. Para tener una noción de las magnitudes es bueno hacer algo para imaginar

el mil (puede ser un estadio deportivo, o los bancos de una iglesia) o tomar

una pared de la escuela y calcular cuántos ladrillos tiene.



VIII. Calcular la cantidad de palabras por centímetro de una columna del dia-

rio. Hacer varias mediciones y tomar un promedio. Luego estimar la cantidad

de palabras que contiene una edición del diario.



IX. Similar al anterior con un libro. Tomar algún tamaño y hacerlo según la

cantidad de páginas.

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